ENTREVISTA AL PROF. CARLOS CASTILLO

Entrevista al Prof. Carlos Castillo por Virgen Berríos

 Carlos Castillo Carlos O. Castillo Matos
Maestría en Arquitectura
Universidad de Puerto Rico, 2015
Docente

Fecha de entrevista: 18 de noviembre de 2021

Ante las circunstancias pandémicas, existen todo tipo de reinvenciones o transformaciones creativas. Esta entrevista procura exponer las distintas perspectivas y respuestas durante el tiempo de cuarentena que ha tenido la pandemia en su vida personal.

Tazas blancas - Carlos Castillo
Imagen: Tazas blancas – Carlos Castillo

VB: ¿Qué le llevó a reinventarse de esta manera en tiempos de pandemia? 

CC: Yo no creo que sea un tema de reinvención, porque yo no me reinventé. Eso estaba dentro de mi ya. Simplemente, era que antes de la pandemia tenía un volumen de trabajo y le debía a unos clientes y se me hacía a mi irresponsable el hacer cosas que eran como un hobby. Algo que me tomaba tiempo aprender. No era directamente proporcional al trabajo que tenía que hacer con mis clientes. Entonces, de repente, si yo me ponía a hacer tazas o sillas o cualquier otra cosa y tenía a un cliente esperando por un edificio de diez millones, pues no me sentía cómodo haciéndolo. Entonces, cuando viene la pandemia, que ya eso no existe, el gobierno se detuvo, no hay ningún permiso que mover, no siento la presión de un reclamo, entonces me dejé ir en ese mundo, pero ya eso volvió y el tema de las tazas está vivo, sin casi tiempo. Por lo mismo, otra vez, ya los clientes están ahí de vuelta y están poniendo presión y hay reuniones, hay que someter permisos y hay que hacer cartas. Ya no hay tiempo de hornear. O sea, que la reinvención fue, más bien, dejar ver otras partes de lo que uno es.

Taza violeta - Carlos Castillo
Imagen: Taza violeta – Carlos Castillo

VB: Aunque relacionado, ¿por qué se desvía del campo de la arquitectura?

CC: No me desvié, de hecho, yo creo que es más bien profundizar en eso. Yo entré a la escuela de arquitectura y lo decidí en duodécimo grado. No tenía mucha conciencia de lo que era. Pero tan pronto empecé a estudiar, vi todas las posibilidades y, de repente dije, bueno pues déjame tratar de abarcar a través de lo largo de mi vida. Yo nunca me he perfilado como una persona que quiere trabajar 30 años, si no, toda la vida. Pero dije, déjame entonces hacer un abanico de todas las posibilidades que tiene la arquitectura. Y la arquitectura tiene desde los objetos hasta los edificios de comunidades enteras, es decir, planificación urbana. Y yo quería también abarcar la parte del diseño puro y la construcción pura. Y a lo largo de mi carrera, pues, he hecho eso. He trabajado muchos temas de arte, temas de desarrollo cultural, escenografía, cosas que entran en el campo de la arquitectura. También, he hecho construcción pura. He tenido una compañía de construcción formal. También, he tenido varios negocios de desarrollo para edificios de 100 apartamentos, 200 apartamentos. Quería ver cómo diseñar las cosas que están dentro de la casa. Los arquitectos, a veces, hacen un edifico y en lo que vuelven a diseñar para esa misma familia otro edificio, puede pasar una generación entera. Yo decía, pero porqué entonces los arquitectos no se insertan en lo que está adentro. Por qué tenemos que consumir un diseño que muchas veces no tiene ni estándares de estética. Son a veces como copias de diseños que hicieron en el pasado. Ahora está devuelta todo lo que hacen los esposos Eames. Pero los esposo Eames lo hicieron en la década de los cincuenta. Estamos reconsumiendo, porque no hay diseñador que se haya metido en esta producción salvo Philippe Starck o algún otro diseñador que no es ni arquitecto. Con esa cosa en mente yo decía, yo quiero diseñar cosas que están dentro de la casa. Quiero diseñar alfombras, quiero diseñar platos, vajillas, cortinas, muebles, lavamanos, llaves, o sea, todo lo que está dentro de la casa.  Creo que ahí, hay una oportunidad de diseño infinita. Yo todavía tengo 47 me quedarán como 40 años más de trabajo, así que seguiré haciendo desdoblamiento de lo que es el diseño, de lo que es la arquitectura.

VB: ¿Qué significó esto para usted?,  ¿en qué le ayudó esta otra actividad en estos momentos de pandemia?

CC: Yo creo que esa fue la parte más interesante porque, por ejemplo, cuando hacía diseño, te hablo desde la parte del diseñador, es bien emocionante ver tus creaciones. Ahora, haciendo esto de las tazas, es mucho más bonito y mucho más allá, por que no tiene que ver con los arquitectos, tiene que ver con la señora, el señor. El otro día le enviaron unas tazas de regalo a alguien que es amigo de Diller Scofidio, que yo sé que nunca de otra manera hubiese llegado a las oficinas. Es una firma súper importante a nivel internacional. Esta cosa de hacer objetos pequeños que puedan viajar y que sean repetibles es mucho más grande que cualquier edificio que haya diseñado. Tiene otro alcance y no solo a nivel comercial sino el uno saber que el objeto que uno hizo está en las manos de otro ser humano que lo acompaña por las mañanas. Cuando les llegaba a su casa se emocionan mucho y me envían fotos. Esa emoción yo no la viví diseñando ni construyendo. También ayuda al otro lado. Esto mismo me ha traído clientes para el diseño de edificios. O sea que, de repente, es algo que te ayuda. A veces uno piensa que hacer estas cosas pequeñas limitan las posibilidades en lo grande. Pero no.

Taza verde - Carlos Castillo
Imagen: Taza verde – Carlos Castillo

VB: En estos momentos que estamos aun en pandemia, pero vacunados, ¿ha regresado a la rutina anterior? ¿Continúa con el proyecto de las comidas?

CC: Yo, como te dije al principio, quería abarcar un abanico grande de lo que es el diseño. Y antes de estudiar arquitectura sí, ya cocinaba, me gustaba la comida y, sí, tenía ganas de ser chef. Pero no entré. Esa época no era como ahora que había muchas escuelas de chef. Tenías que ir a Estados Unidos. Como no tenía bien claro nada y me tomaron en arquitectura, eso de la comida lo dejé en pausa y mientras estudiaba arquitectura dije, yo voy a dividir entonces mi vida en 3 pedazos grandes, 3 pasiones grandes: La educación, la gastronomía y la arquitectura. Entonces, todo el primer periodo, hasta los 45, sin pensar en comida o en educación. Cuando cumplo los 45, las tazas y los videos vinieron para hacer una transición y para que la gente empezara a verme más en la mesa, en lo pequeño. Para, poco a poco, ir pensando en restaurante e ir montando unos proyectos que tengo en la mente. Así que, sí, es un proyecto en proceso, pero ahora mismo está en pausa. El proyecto de tazas continúa porque en primer grupo de tazas vendí 600 y todavía tenía 150 ordenes adicionales. Estaba cansado de la taza original porque requería mucho esfuerzo manual. Entonces, diseñé una segunda taza con muy poco esfuerzo manual. Una persona que estaba en esa lista de 150 era muy muy muy muy insistente escribiendo directamente, apurándome por algo que es una tontería. Por otro lado, yo lo veía como que me estaba poniendo presión para hacer algo que si no tuviera a esa persona apurándome, pues lo detendría ahí. Así que un poco me esforcé en hacerlo. Y lo he seguido desarrollando; si incluyo un poco más de fe, tecnología y algo de robótica, puedo hacer que le quite casi todo el tiempo por mi parte y sea un negocio rentable. Esto expandió las posibilidades del diseño. Abrir esa puerta me dio mucha confianza para otras cosas.

VB: ¿La vida será igual después de la pandemia? ¿la vida con pandemia afectó (el hacer) la arquitectura?

CC: Sí, yo creo tocó repensar la pandemia y la arquitectura desde otro punto de vista. Antes la casa no tenía tanta importancia. El hogar como tal no tenía valor para muchos. Ahora, es el lugar donde toman las clases, donde trabajan. La gente ahora le gusta más trabajar en su casa que trabajar en una oficina. Entonces, ¿Cómo tú puedes reformular los espacios para que sean más agradables? O sea, que ya no hay tantos edificios de oficina, ya no hay tantos tapones. Todo ese nuevo ordenamiento de la sociedad hace que los edificios cambien. No han cambiado porque la arquitectura cambia muy lento. Pero, vamos a ver edificios muy distintos de aquí a 10 años. Es algo que no hemos discutido en foros de arquitectos, pero ya veo a muchos de mis amigos que están diseñando, actualmente, distinto y más casas que antes. O sea que sí, cambió. No se si para bien o para mal, pero cambió.


Virgen M. Berríos Torres
Estudiante de PEAF
Maestría en Arquitectura
Universidad de Puerto Rico, 2022